martes, 3 de noviembre de 2015

Ser tía...

Era un 17 de octubre del 2015 alrededor de las 21:12, un día el cual, antes de la tan esperada llegada de mi sobrina Nohelia, pasé algunos imprevistos, los cuales les contaré un poco en las siguientes líneas...

El 17 de octubre mi hermana Melissa Melgar https://www.facebook.com/melissamelgarp?fref=ts se fue en horas de la mañana a la Maternidad Sotomayor en donde incialmente todo estaba previsto para que sea parto normal y terminó siendo cesárea. La regresaron a mi hermana de la maternidad, para que retorne en horas de la noche y sea ingresada a quirófano.

Para esto a las 18:00 tenía que ir a la Universidad y entregar unos deberes importantes, no podía dejar de ir. Pedí permiso al Ing. Samaniego y le dije:
Profesor mi ñaña está en quirófano y si no estoy presente en su parto, no me lo perdonaré jamás y me dijo vaya vaya vaya Melgar (es por ello que cualquier deber puedo dejar de hacer, menos los de su materia jajaja).
Tomé un taxi que me dirija a la maternidad, al bajarme del mismo, no sé en realidad que pasó, peró dejé botada mi cédula de identidad.

Claro, puedo volver a sacar con tranquilidad después una nueva cédula de identidad, pero el pequeño gran problema es que al siguiente día yo tenía un vuelvo para Cuenca que salía a las 08:00, llamé al aeropuerto, comenté mi particular, pero después de escuchar algunas posibles soluciones, ninguna era de mi interés porque necesitaba viajar a las 08:00 a como de lugar. En fin me olvidé de mi pequeño gran problema en ese momento y solo pensaba en que ya nazca mi sobrina Nohelia...

Pasaron horas, las cuales fueron las mas nerviosas que puede haber tenido en mi vida. Hasta que al fin sale mi hermana y mi sobrinita. No les puedo describir la sensación que tuve en ese momento, porque se las contaré en una próxima entrada de mi blog jajaja y así están atentos!!!

Y para no seguir dando larga, al siguiente día en el aeropuerto, sí perdí el vuelo, no viajé con un cliente muy importante, tuve que esperar a que abran el Registro Civil, saqué una nueva cédula, viajé en furgoneta a Cuenca y cuando llegué alrededor del medio día, el cliente ya estaba de regreso para Gye, me di la vuelta para regresarme con el cliente en el mismo vuelo...

¿Que tal les pareció mi odisea?

Y todo esto se resume en las dos siguientes palabras: ¡SOY TÍA!

Nohelia Elena Jácome Melgar